¿QUÉ ES LA ALERGIA?
- farmaciaadsara
- 7 abr 2018
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La palabra alergia viene del griego, de las palabras griegas alos y ergos. Alos quiere decir otro, diferente, extraño. Ergos quiere decir reacción. La alergia es una reacción de defensa del organismo contra sustancias externas que penetran en el cuerpo. Esas sustancias pueden penetrar por el aparato digestivo (alimentos, medicamentos), por el aparato respiratorio (inhalantes), absorbidas por la piel (contactantes), o atravesando la piel (inyecciones, picaduras). El sistema inmune del cuerpo reconoce esas sustancias como extrañas e intenta neutralizarlas. Las personas sin alergia también las reconocen como extrañas, pero su organismo las neutraliza sin dañarse a sí mismo, mediante mecanismos llamados de tolerancia. Las personas con alergia las intentan neutralizar por mecanismos que se vuelven dañinos contra el propio organismo, y causan los síntomas de alergia.

En los últimos tiempos ha habido un aumento de las alergias debido a los cambios ambientales.
EXTERIORES: ALERGIAS ESTACIONALES
Las alergias son aquellas que cambian con las estaciones del año debido al polen de las plantas. Estos alérgenos pueden ser difíciles de manejar porque parece que están en todas partes y son difíciles de evitar. Para las personas con alergias estacionales, los síntomas van y vienen con las estaciones de polinización de ciertos árboles. Los niveles de polen de estas plantas pueden variar día a día, dependiendo de varios factores, incluido el clima. Los altos niveles de polen pueden, a su vez, afectar la severidad de los síntomas.
INTERIORES: ALERGIAS DURANTE TODO EL AÑO
Las alergias de interiores pueden ocurrir en cualquier momento del año y son causadas por substancias como ácaros del polvo, esporas de moho o caspa de mascotas. Estos alérgenos pueden ser difíciles de manejar, debido a que tienden a existir en nuestros hogares todo el año.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA ALERGIA?
La alergia muchas veces se confunde con un resfriado debido a que los síntomas son muy parecidos. En ambos casos puede aparecer dolor de cabeza, estornudos, obstrucción nasal y lagrimeo de ojos entre otros síntomas.

Recomendaciones para alérgicos a pólenes:
Los pacientes alérgicos al polen, deben conocer cuál es el polen o pólenes responsables de su alergia, así como la época en la que dicho polen alcanza cantidades significativas en la atmósfera. De esta manera podrán evitar la exposición los días de máxima concentración. En la página del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) www.polenes.com los pacientes pueden encontrar información sobre el recuento polínico.
Evitar la actividad física en el exterior (parques, zonas ajardinadas, etc…) cuando el recuento del polen es elevado y sobre todo en los días de viento.
Ventilar la casa a primera hora de la mañana y a última de la tarde, ya que el recuento polínico es más bajo en esos momentos del día.
Evitar las actividades al aire libre durante los días secos y calurosos (hay mayor concentración de pólenes en el aire), así como antes y después de la lluvia (por ej. en tormentas primaverales).
Disminuir las actividades al aire libre entre las 5-10h de la mañana (emisión de pólenes) y de las 7-10h de la tarde (periodo de descenso del polen desde la atmósfera).
Mantener cerradas las ventanillas cuando viajes en coche y utiliza filtros para pólenes, renuévalos regularmente.
No secar la ropa en el exterior durante los días de recuento de polen altos.
En días de viento, utilizar gafas de sol al salir a la calle.
Como se puede observar en el siguiente gráfico ha ido aumentando el nivel de polen del platanero de manera muy significativa en los últimos años.

Recomendaciones para alérgicos a los ácaros:
Procurar que el paciente alérgico tenga un dormitorio individual. Evitar el uso de moquetas, alfombras, cortinas, mobiliario tapizado y peluches o decoración que pueda almacenar polvo.
Ventilar la casa diariamente. Mantener la humedad ambiental por debajo del 50%. La temperatura no debe superar los 22ºC.
Eliminar el polvo con un trapo húmedo, sin barrer y con un aspirador provisto de filtro HEPA o, en su defecto, fregando. Aspirar regularmente el mobiliario tapizado de la vivienda. El enfermo debe estar ausente y realizarse la limpieza por la mañana con la ventana abierta.
No guardar ropa húmeda en el armario y mantenerlo bien cerrado. No utilizar la ropa almacenada durante largo tiempo sin haberla lavado previamente.
Cambiar a menudo la ropa de cama y las cortinas, lavándolas a 60ºC. Utilizar sábanas, mantas y pijamas de fibras sintéticas fácilmente lavables y limpiarlas frecuentemente.
Es muy recomendable la utilización de fundas protectoras antiácaros que recubran totalmente el colchón y la almohada, de manera hermética, ya que actúan de barrera aislando los ácaros y evitando que entren en contacto con el paciente.
Evitar la convivencia con algún animal doméstico o, en todo caso, el enfermo evitará su contacto y la entrada del animal en su habitación. Es aconsejable lavar semanalmente al animal.
Aspirar periódicamente la tapicería del coche para evitar la acumulación de ácaros.
Recomendaciones para alérgicos a epitelios de animales:
Evitar la convivencia con animales domésticos en el interior de la vivienda; si esto no fuera posible:
No dejar entrar al animal en la sala de estar ni en el dormitorio.
Mantener el animal alejado de alfombras, cortinas y muebles tapizados.
Limpiar regularmente el pelo del animal y el lugar que más habita. Si fuera posible, lavar el animal semanalmente.
Recomendaciones para alérgicos a los hongos:
Conocer a qué especie de hongo es alérgico.
En el exterior de las viviendas, evitar:
Acercarse a vegetación en estado de descomposición.
Mover hojas caídas en el suelo.
Manipular y entrar en áreas de almacenamiento de granos o cereales.
Entrar en lugar de almacenamiento de alimentos con escasa ventilación.
Caminar por zonas rurales cuando hace viento.
Lugares húmedos, zonas pantanosas.
En el interior de las viviendas procurar:
Mantener secos los alrededores de la ducha y el baño.
No usar esponjas de baño.
No guardar ropa o zapatos húmedos en el interior de armarios o zonas con poca ventilación.
Evitar la formación de humedad en paredes o ventanas.
Usar pinturas fungicidas en sitios que tiendan a humedecerse o en antiguas manchas de humedad.
Deshacerse, lo antes posible, de bolsas de basura que contengan restos de alimentos.
Evitar el almacenamiento en exceso de alimentos o durante largos periodos de tiempo.
Evitar que se acumule polvo en cualquier sitio.










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